Por Carlos Hakansson Nieto
Por Julio Talledo. 02 noviembre, 2011.Es la segunda oportunidad en la que nos referimos a la institución de la Vicepresidencia de la República. Esta vez nos ocuparemos de argumentar las razones por las cuales consideramos que debe guardar un necesario “perfíl bajo” en su diaria actuación; lo cual no significa que se trate de una institución decorativa, sino más bien que su pauta de comportamiento no debe generar una alta exposición mediática que, con el tiempo, pudiera ser perjudicial para el sistema político.
La finalidad de la institución de la Vicepresidencia es evitar la prolongación de periodos de inestabilidad política en caso de vacancia, temporal o permanente, de la Presidencia de la República. El constituyente ha previsto que sean dos, y no uno (como en la Constitución estadounidense de 1787), los vicepresidentes que en orden de sucesión asumirían la conducción del ejecutivo en caso de impedimento o vacancia de su titular (artículo 115). Como explicamos en una columna pasada, el Presidente del Consejo de Ministros, después del Presidente de la República, es el principal portavoz del Gobierno; por tanto, no está llamado a sucederlo en el cargo, solo el vicepresidente en los casos previstos por la Constitución (artículos 113 y 114).
Como mencionamos, la salud de la Vicepresidencia se mantendrá en buen estado en la medida que no sobreexponga su imagen en los medios, ya sea opinando sobre la marcha del gobierno, prometiendo obras públicas al interior del país o propiciando episodios de crispación con la oposición política en el Congreso. Si ello ocurre, en la práctica se estaría afectando la naturaleza de una institución que está llamada a convertirse en la pronta sucesión democrática ante una eventual vacancia presidencial. El problema de fondo es el caso en el que la Vicepresidencia se desgaste más rápido que el titular del Consejo de Ministros, o hasta del mismo Jefe de Estado.
Para terminar, debemos tener presente que la Forma de Gobierno peruana tiene previsto varios fusibles y dos baterías de recarga. El fusible es la institución de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), pues su misión es evitar que se desgaste el Presidente de la República electo (de hecho, un gobierno puede nombrar a varios PCM durante su mandato); las baterías corresponden a las dos vicepresidencias, que garantizan la continuidad de la institución presidencial hasta culminar el mandato.
Facultad de Derecho.
Universidad de Piura.